Como madre o padre, puede ser desalentador mirar que tu hijo tiene problemas en la escuela. A menudo nos sentimos decepcionados, tristes o hasta enojados con ellos porque creemos que no hacen un esfuerzo para concentrarse. Pero existen tantas razones que explican por qué a un niño no le gusta ir a la escuela, por qué tiene dificultades para concentrarse y obtener buenas calificaciones. Si te has preguntado cómo puedes ayudarle a tu niño a concentrarse en la escuela, lee lo siguiente cuidadosamente ya que podrías encontrar consejos útiles para ayudar a tu niño.
Para empezar, veamos cuáles podrían ser las razones por las cuales tu hijo no puede concentrarse en la escuela.
Primero que todo, es importante sentir empatía por tu hijo. Para que la relación de ustedes dos crezca de manera positiva, es necesario ponerte en sus zapatos. Ponte al lado al pensar sobre su bienestar porque lo que fue relevante para ti cuando eras niño o niña no es necesariamente igual para tu hijo ahora. Escucha a tu hijo cuidadosamente, con amor y atención plena. A menudo sentimos como si no comprendiéramos a nuestros hijos, pero ¿realmente los escuchamos? Al no suponer que ya sabemos todo lo que nuestros hijos piensan, podríamos descubrir detalles de su personalidad de los cuales no teníamos ninguna idea. De esta manera, tenemos la buena actitud para comprenderlos y ayudarles a mejorar.
Con esta misma idea en mente, no humilles a tu hijo a causa de su bajo desempeño académico. Esto solamente causaría aun más daños en su autoestima y en la comunicación entre ustedes. En cambio, trata de tener conversaciones abiertas sobre su desempeño al mostrarle tu comprensión. Para crear un vínculo con tu hijo, podrías hablarle sobre las dificultades que tú tuviste en la escuela y cómo las superaste. Para poder aprender, necesitamos creer que tenemos las capacidades para hacerlo. Ten esto en mente y haz hincapié en las fuerzas de tu hijo aun si no tienen ninguna relación con la escuela. Hazle ver que ha podido aprender algo en lo que es bueno hoy y muéstrale el hecho que es lo suficiente inteligente para entender y aprender lo que quiera o lo que necesite.
Algo que podría ayudar a un niño a concentrarse en la escuela sería entender la manera en que funciona su propia memoria ya que la mayoría no tiene ninguna idea, y como padres, podemos ayudarles a nuestros niños a entender su tipo de memoria. Para hacer esto, hazle las siguientes preguntas para determinarlo:
Hay muchas maneras para identificar el tipo de memoria de tu hijo y ayudarle con técnicas de memorización o para darle consejos y astucias según los resultados. Su autoestima mejorará considerablemente cuando se de cuenta que no es el único en tener ese tipo de memoria y que existen métodos prácticos para ayudarle a mejorar su memorización.
¿Alguna vez has pensado usar la meditación para niños y adolescentes? Como tal vez ya sabrás, un número creciente de escuelas ha empezado a introducir la meditación en las rutinas diarias escolares de los niños. Hay muchas buenas razones para esto: la meditación ayuda a los niños y a los adolescentes a concentrarse mejor, a desarrollar su autoestima y a sentirse tranquilos y sentirse bien a lo largo del día.
¡Te motivamos fuertemente a hacer lo mismo en casa! Si no practicas la meditación, podría ser una buena oportunidad para empezar y experimentar momentos de paz con tu hijo cada día. Te sugerimos empezar con sesiones cortas. De esta manera, se sentirá factible y no como algo obligatorio para ti y para tu hijo. Aquí hay una lista de mejoras que puedes notar en la actitud de una persona gracias a la meditación:
Si piensas que esta lista no está directamente relacionada con la mejora del desempeño escolar, míralo de otra manera. ¿Te imaginas tener que aprender información nueva cada día con atención impecable cuando estás estresado? ¿Es siquiera posible concentrarse adecuadamente cuando piensas que tal vez fracasarás y serás juzgado por los adultos? Al ayudarle a tu hijo a formar su propia personalidad con tranquilidad y autocontrol, le darás herramientas para comprender sus debilidades y a aceptar sus fuerzas. De esta manera, encontrará su propio equilibrio al aceptar quién es y por ende, mejorar su relación con la escuela.
Como de costumbre, nos gustaría escuchar sobre tus historias personales. ¿Tu hijo ha tenido problemas concentrándose en la escuela? De ser así, ¿Cómo pudiste ayudarle?
Traducido por: Ruth Obando