Entonces, ya terminaste tu primera meditación. ¿Cómo te sentiste después? La mayoría de nosotros tenemos un sentimiento de tranquilidad, relajación o una ola de compasión. Lo divertido es que la meditación no trae estas emociones y sensaciones del exterior hacia nosotros. Lo que hace es sensibilizarlos de las emociones y los sentimientos enterrados profundamente dentro de nosotros; algunos hasta los habremos olvidado. Nuestras mentes están tan ocupadas en el transcurso del día que a veces olvidamos sentir estas emociones. Nos apresuramos desde el momento en que nos despertamos y nuestras mentes están tan llenas que nuestros pensamientos están ciegos a nuestras emociones, pero la meditación nos permite experimentarlas de nuevo, aún si sólo es un poco al inicio. Si queremos experimentar más, necesitamos excavar más y explorar nuestra propia profundidad.
Es posible que todavía no hayas experimentado estas emociones muy claramente; por ende, tal vez tengas algunas preguntas y un poco de confusión. Ten en mente que esto es perfectamente normal, después de todo esta es tu primera vez explorando una nueva práctica. Es posible que esperar su impacto inmediatamente después de tu primera práctica sea un poco irreal. Y aún así, la mayoría de nosotros tenemos exactamente está expectativa. Después de nuestra primera meditación nos sentamos por unos cuantos segundos esperando el momento en que la bombilla se encienda o el momento para ser inundados por un sentido de tranquilidad. Cuando meditamos con una nube de expectativa por encima de la cabeza y cuando esas expectativas no son satisfechas, nos decepcionamos. Algunos de nosotros hasta decidimos que la meditación no funciona para nosotros después de solamente unas cuantas semanas.
Es posible que hayas tenido expectativas similares a las que mencionamos, y tal vez esperabas sentirte diferente y nuevo después de la primera meditación. Tal vez esperabas que tus niveles de ansiedad bajaran inmediatamente o que sintieras más compasión y comprensión hacia aquellos que normalmente te molestan. Quizás pensaste que tu concentración iba a mejorar o que ibas a sentirte más capaz de manejar el estrés que sientes a causa del trabajo. Pero después de las primeras meditaciones, todavía no has notado ningún cambio visible. A causa de esto, tal vez pienses que la meditación solamente es buena para crear relajación temporal, o tal vez no hayas experimentado esa relajación temporal porque sentarte sin moverte te hacía sentir demasiada inquietud e impaciencia. Pensamientos acelerados, la necesidad de abrir los ojos o hasta buscar la distracción más cercana—todo esto es perfectamente normal durante tus primeras semanas de meditación.
La meditación es frecuentemente percibida como algo que alivia el dolor y que da alivio temporal, pero este no es el caso. La meditación es una práctica que tiene efectos a corto y largo plazo. Algunos de nosotros tal vez no notemos estos efectos inmediatamente después de meditar por primera vez, pero existen estudios científicos que comprueban que al continuar meditando regularmente, la mente empieza a cambiar físicamente desde nuestra primera práctica.
Por ejemplo, un estudio llevado a cabo en agosto en la Universidad de Yale pudo analizar el cerebro de sus participantes y detectar una diferencia inmediata en la actividad cerebral después de solamente una práctica. Este no es el único estudio que se ha llevado a cabo en individuos que probaron la meditación. Otro estudio, publicado en “Frontiers of Neuroscience” demostró los efectos beneficiosos de la meditación en nuestras mentes. El estudio mostró que estos efectos toman lugar el momento en que empezamos con nuestra primera práctica de meditación.
Ya que la meditación de conciencia plena se ha convertido en una tendencia más y más grande en la cultura pop, un mayor número de científicos han empezado a investigar la práctica más y más. Muchos científicos empezaron a estudiar los efectos positivos que la meditación tiene en nuestras habilidades cognitivas y nuestra capacidad de concentrarnos. Por ejemplo, un estudio hecho por el equipo de Catherine Norris & Hedy Kober demostró como las meditaciones de 10 minutos afectaron a participantes que nunca había meditado antes.
Para su estudio dividieron a 40 participantes en dos grupos de 20 al azar. Un grupo hizo una meditación de conciencia plena de 10 minutos y el otro grupo escuchó un artículo de National Geographic que fue escrito en el mismo estilo. Después de estas sesiones los dos grupos recibieron pruebas mentales simples.
De acuerdo al estudio, el grupo que hizo la meditación de 10 minutos salió mejor en las pruebas de percepción y concentración. También demostraron mejor manejo de su concentración después de meditar.
Este hallazgo es crucial principalmente porque demuestra que nuestra primera meditación es beneficiosa aún cuando no notemos los beneficios. En otras palabras, esto muestra que la meditación hace efecto el minuto en que nos sentamos para practicar.
Ya dijimos que el cerebro empieza a cambiar después de solamente una práctica, pero ¿qué tipo de impactos positivos podemos experimentar con el tiempo? En las primeras etapas de la práctica de meditación, hay pequeños cambios que empiezan a tomar lugar en el sistema límbico y la corteza prefrontal. Gradualmente, la meditación aumenta la masa de la materia gris en el cerebro mejorando así las calidades basadas en el desempeño como la concentración.
Para ponerlo de forma simple, la meditación no es un vehículo que te transportará a un campo mágico el momento en que la pruebas. Pero con tiempo y consistencia, empezarás a absolutamente notar sus impactos en tu comportamiento general, tu perspectiva y tu estado físico. Te empezarás a sentir más despejado y centrado y menos molesto por las cosas que solían enojarte y molestarte. Entre más lo hagas, la meditación invitará más tranquilidad a tu vida. Así como hacer ejercicios, también es una práctica en la que tienes que participar continuamente para poder ver mejoras y un cambio permanente.
Esta es precisamente la razón por la cual es importante tener confianza en nuestra práctica de meditación y darle espacio en nuestras vidas aún si sólo es por 10 minutos por día. Permitirnos permanecer en este espacio meditativo a la vez que permanecemos realistas y pacientes con nuestras expectativas nos ayudará a obtener una mentalidad más clara y más satisfecha.
Con la evidencia arrolladora de los beneficios de la meditación, vale la pena sentarse y meditar por lo menos 2-3 veces por semana. Con el tiempo empezarás a ver los efectos positivos que tiene en tu mente y tu cuerpo.
¿Estás listo para pacientemente caminar por este camino y convertirlo en algo permanente en tu vida? ¿Has experimentado algunos de los desafíos que mencionamos al inicio? ¿Cuáles fueron tus primeras experiencias con la meditación? ¡Nos gustaría escuchar tu historia!
Hola pienso que deberian cambiar el color de fondo de las meditaciones. Puesto que usan el azul que es muy malo a la hora de dormir. Deberian cambiar por colores cálidos como color pastel. Crema etc. No puedo utilizar de otro modo en la noche pues me desvela y seguramente le ocurrirá a miles de personas. Espero mi sugerencia sea tomada en cuenta. Gracias Daniel. ARGENTINA
Hola que tal practique un tiempo respiraciones y meditacion, la verdad vivía feliz. AHora que lo deje hace mucho tiempo por mi negocio tengo estrés y hanciedad volveré a la meditación.
¡Hola Jun! Te apoyamos para que vuelvas a practicar con constancia, estamos seguros de que esto traerá muchos beneficios a tu vida. Cuenta con nosotros para acompañarte en este camino. Puedes escribirnos a [email protected] para cualquier duda con la app. ¡Que estés muy bien!