Traductora: Ruth Obando
Cuando empecé a meditar, estaba sorprendida de cuán críticas y expresivas eran las personas sobre la práctica. Con frecuencia se me acusaba de meditar solamente para exhibirme o porque se ha convertido en una tendencia en la cultura pop. Después de escuchar esto tantas veces, ahora generalmente me callo sobre este hábito poco dispuesta a ver las caras de críticas o dudas. Entre las personas que piensan que es otro truco de encantamiento de serpientes y las personas que lo hacen solamente para una foto genial de Instagram, se me hace sentir como si lo estoy haciendo por vanidad o porque “he caído en la trampa.” Aunque francamente he llegado a un punto donde los beneficios de la meditación que experimento me han convencido de anunciar mi devoción a esta práctica. ¡Así que aquí les va! Mi nombre es Elizabeth Corniss, sufro de estrés crónico y soy una meditadora en serie.
No es una sorpresa para nadie que la meditación sea vista como “la nueva moda.” Entras a Instagram e inmediatamente miras tres fotos de personas meditando en la posición de la flor de loto. Entras a Twitter y uno de los primeros tuits en tu pared es inevitablemente sobre cuán genial es la meditación. Claramente no estoy en contra de la meditación ni tampoco estoy en contra de las personas que comparten sus experiencias con la medicación; de hecho, estoy contenta que lo hacen. Pienso que es una buena forma de compartir con los demás algo que es beneficioso para ti. Sin embargo, mientras que hay tantas personas que comparten su experiencia de esta forma, hay un grupo de personas que miran la meditación como una simple moda pasajera — algo de moda a lo que los “milenarios” se enganchan por un rato.
Con frecuencia esto da una connotación a la palabra ‘meditación’ y me hace sentir incómoda al decir las palabras “yo medito.” Aunque al inicio estaba sorprendida, me he acostumbrado a escuchar preguntas como “¿En serio? ¿Te gusta eso?” O comentarios sarcásticos tales como “Ah. ¿Ahora te uniste a esa moda temporal?” escuchar este tipo de comentarios puede ser inquietante y frustrante. No es solamente injusto para mí y para las personas que han experimentado tantos beneficios poderosos de la meditación, también hace un mal servicio a la meditación como tema. La meditación puede tener tremendos beneficios para la salud física y mental de las personas, avergonzar a aquellos que están tratando de practicar estas técnicas puede desmotivar a las personas que realmente lo necesitan.
La idea de la meditación es una tendencia que implica que es algo nuevo, y no podría estar más lejos de la verdad. De hecho, la meditación es una de las prácticas más antiguas en el mundo. Las referencias más tempranas son pinturas remontando personas en la posición lotus en los años 5000 Y 6000 antes de Cristo. La obra más antiguo discutiendo meditación es el Riga Veda del año 1200 antes de Cristo.
Pero la meditación en la forma que de hoy empezó con Buda meditando bajo un árbol de Bodhi en el año 500 antes de Cristo. A partir de entonces, en el siglo 8 a un monje japonés llamado Dosho se le enseñó el arte zen Durante una visita a China. A su regreso a Japón, Dosha abrió el primer pasillo de meditación y escribió un libro de instrucciones para la meditación llamado “Zazen.”
La meditación no tuvo seguidores en el oeste hasta la mitad del siglo 20. En los años 60 y 70, académicos e investigadores se interesaron en la meditación y empezaron a estudiar sus efectos científicamente. El Dr. Herbert Benson de la Universidad de Harvard fue pionero en esta iniciativa. Dr. Benson llevó a cabo una serie de estudios en Harvard en los años 70 que demostró los tantos beneficios de la meditación. Después publicó muchos artículos sobre sus hallazgos y después escribió un libro llamado The Relaxation Response. Este libro explica con eficacia como la meditación actúa como antídoto para el estrés.
Para comprender porque la meditación es importante, primero debemos comprender que es el estrés y qué es lo que le hace al cuerpo humano. El estrés es una respuesta física que experimentamos bajo diferentes condiciones, y de hecho es una parte de nuestros instintos de supervivencia. Cuando una persona está estresada, su mente entra en el modo de “pelear o huir.” En este estado, la presión sanguínea de una persona se elevará y su consumo de oxígeno aumentará junto al ritmo cardiaco y la respiración. Si sólo te sientes estresado de vez en cuando, entonces esto no será un problema para ti. Pero si eres como yo y te estresas ante la cosa más pequeña, como ir a una cita, una llamada que tienes que hacer o una fecha límite que tienes que completar, entonces estarás en un estado casi constante de estrés. Esto se llama estrés crónico. En este estado, la presión sanguínea, el ritmo cardíaco y el consumo de oxígeno siempre estarán elevados. Considera el impacto que esto puede tener en tu cuerpo.
Hablando de experiencia y de investigación, puedo decir con absoluta certeza que el estrés crónico y la ansiedad si tienen impactos nocivos en tu salud física y mental. Esto puede incluir pero no está limitado a: músculos tensos, migrañas, presión sanguínea elevada, ataques de pánico y depresión. Esto puede conllevar a ataques cardíacos, ataques de pánico, hiperventilación, dolor en el pecho y cansancio crónico. Durante lo peor de mis ataques de ansiedad, sentí varios de estos síntomas; no podía respirar normalmente, el cuerpo y el pecho se me ponían rojos, tenía fuerte palpitaciones y me sentía constantemente nerviosa.
Aunque mi situación era bastante mal, no tenía ninguna idea de cómo superarlo. Entonces un día estaba en la biblioteca de la universidad con una compañera de clases. No la conocía muy bien, pero estábamos en la misma clase. Estaba trabajando sobre un ensayo que necesitaba terminar, pero estaba tan estresada para llegar a la fecha límite que estaba prácticamente temblando de pánico y no podía progresar. Estaba a punto de tener un ataque de pánico y lo podía sentir.
Afortunadamente, mi amiga Ruth podía ver que estaba teniendo dificultades y me ofreció un poco de té. Trate de decir algo sobre mi ensayo, pero ella no quería escuchar nada sobre ello. Me llevó a la cafetería de la biblioteca, nos sentamos para beber té y me preguntó, “¿por qué estás tan estresada?” Le expliqué sobre el ensayo y la fecha límite. Me escuchó con paciencia, me hizo preguntas sobre cómo me estaba sintiendo y por qué y me ayudó a comprender que tenía suficiente tiempo. Cuando me empecé a calmar, a tomar respiraciones más profundas y a sentir que el ritmo cardíaco había desacelerado, me preguntó si alguna vez había probado la meditación. Me entristece decir que reaccioné con el mismo tipo de cinismo cuando mencionó la meditación.
Sabía que la meditación era una moda pasajera y no sentí ninguna resistencia intensa hacia ella, aunque no estaba necesariamente convencida de que tendría algún efecto en mi. Ruth compartió conmigo algunas de sus propias luchas con la ansiedad y el alivio y el sentimiento de tranquilidad que podía sentir gracias a la meditación regular. Aunque nuestras rutinas sean caóticas y ocupadas, con programas de meditación a los que te puedas conectar con tu teléfono, puedes tomar una pausa durante el día y ya sean 5 ó 30 minutos, puedes re-centrarte y conectarte con ese sentido interno de tranquilidad. Con la sugerencia de Ruth, empecé a probar las meditaciones en la aplicación de Meditopia. Hicimos un trato; le dedicaría mi atención y esfuerzo por lo menos por dos semanas. Solamente eso – – dos semanas. Si me ayudaba, iba a continuar, y si no, entonces me detendría.
La mañana siguiente probé la aplicación pensando que lo haría lo más rápido posible. Las primeras veces que medité, lo único que podía sentir era una impaciencia que crecía, pero estaba determinada a completar las dos semanas, empecé a respirar concentrándome en la subida y la caída del pecho así como la mujer en la aplicación decía.
En los días siguientes no noté ningún efecto inmediato y estaba convencida de que no estaba funcionando. Entonces, después del cuarto o quinto día, estaba de vuelta en la biblioteca para terminar otro ensayo. La fecha límite era en dos días y estaba empezando a sentirme estresada. Tomé una pausa y sin darme cuenta empecé a hacer los ejercicios de respiración de la meditación a la misma vez que trabajaba en el ensayo. Al hacer esto, tenía la respiración en la garganta y de pronto se me ocurrió que me sentía más tranquila al trabajar en mi proyecto. Así que saqué mi teléfono, me puse los auriculares, escogí una meditación sobre el estrés y me di una pausa de 10 minutos. Era increíble cuán relajados tenía los músculos y cuán tranquilo estaba mi corazón, y lo que era más increíble era cuán rápidamente estaba trabajando yo.
Esto fue como hace poco más de un año. Últimamente medito regularmente. Generalmente lo hago en la mañana aunque a veces tengo la necesidad de tomar una pequeña pausa durante el día. Así que tomo una pausa en el trabajo, me pongo los auriculares y me doy esa pausa.
No he tenido ni un solo ataque de pánico desde que empecé a usar Meditopia. Tampoco tengo dolor en el pecho ni migrañas como sucedía antes. La meditación me ha ayudado a hacer progreso en cuanto a mi salud física y mental.
Es debido a este viaje increíble y transformador que he tenido con la meditación que me molesta y me frustra cuando alguien me acusa de hacerlo simplemente porque es una moda pasajera. Tal vez hay personas que lo hacen por esta razón pero descartar la meditación como una moda pasajera es descartar todo sus beneficios. Además, realmente puede desalentar a alguien que realmente necesita la meditación de la misma forma que yo la necesitaba.
Poder compartir mi historia en esta plataforma, me gustaría que más personas compartieran sobre los beneficios de la meditación para finalmente erradicar el estigma y las críticas alrededor de la meditación.
Puedes compartir tus historias u opiniones abajo en la sección de comentarios. Gracias a todos por escuchar.