Cómo transformar la gratitud de un instinto a una práctica

En medio del ritmo acelerado de nuestras vidas, acordarse de sentir gratitud por las cosas que tenemos se ha convertido en algo cada vez más difícil.
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Traducido por: Ruth Obando

En medio del ritmo acelerado de nuestras vidas, acordarse de sentir gratitud por las cosas que tenemos se ha convertido en algo cada vez más difícil. Sabemos lo que es la gratitud, lo reconocemos como algo positivo a tener, pero, ¿realmente sentimos su presencia regularmente? ¿Nos acordamos de sentir gratitud por las cosas pequeñas que logramos cuando hacemos nuestros mandados a diario? A veces pensamos que la gratitud es un sentimiento que debería surgir naturalmente, pero el hecho es que la gratitud es un hábito, una práctica que debemos desarrollar para sentirla diariamente.

Aprecio, gratitud, dar las gracias… No importa lo que lo llamemos, lo importante es enfocarse en el significado detrás de las palabras. Siempre puedes darle las gracias a un ser superior en el que crees, al universo o inclusive a una persona que te hace feliz. Lo importante es darnos cuenta que con el tiempo podemos desarrollar esa habilidad para mantener ese sentimiento de aprecio y bienestar a lo largo de la vida.

En los últimos años, la gratitud se ha convertido en un punto de enfoque en la psicología positiva. Esto es en gran parte gracias a los estudios que se han llevado a cabo sobre este sentimiento. Así como los científicos lo dijeron, la gratitud es uno de los elementos principales para tener un estado mental y físico saludable. Entre más natural y consistente sea el sentimiento de expresar gratitud por cualquier parte de nuestras vidas, más nos beneficiaremos mental, emocional y físicamente. En general, practicar gratitud nos hace sentirnos más positivos y pacientes, y menos egoístas y frustrados. Así como lo hemos mencionado en nuestras publicaciones anteriores, la gratitud nos da confort físico, nos permite formar relaciones más positivas y saludables e incrementa nuestra felicidad y sentido de optimismo.

La forma más rápida para desarrollar nuestro instinto de gratitud es al poner atención a sus fuentes más cercanas, o sea, nuestras emociones y nuestras sensaciones.

¿Por Qué Hemos Abandonado Nuestros Instintos?

La gratitud es un instinto que existe dentro de todos nosotros, y como la mayoría de nuestros instintos, se le necesita dar la atención correcta para que pueda desarrollarse. Tendemos a enfocarnos tanto en las situaciones y los aspectos negativos de nuestras vidas que quejarse se ha convertido en nuestro primer instinto en vez de dar las gracias. Aún cuando deseamos algo y finalmente lo recibimos, con frecuencia no sentimos esa alegría y aprecio que esperábamos sentir. Esto significa que no damos las gracias por alcanzar u obtener lo que queríamos, o por lo menos no al mismo grado con el que lo anhelábamos.

Más bien, tendemos a enfocarnos en las cosas que salieron mal a la misma vez que estábamos recibiendo lo que queríamos: en nuestro viaje a Italia el avión fue demorado, las renovaciones para nuestra nueva cocina tomaron una semana más de lo esperado, tenemos que trabajar hasta tarde y a veces hasta el fin de semana para obtener esa promoción— sabes de lo que estoy hablando. Todos hemos experimentado esas situaciones y todos hemos pasado muchas horas recordando las luchas que enfrentamos para finalmente obtener lo que queríamos.

¿Cómo podemos desarrollar nuestra habilidad para practicar la gratitud?

No todo en nuestras vidas necesita salir perfectamente para que practiquemos la gratitud. De hecho, la mayoría de lo que compone la gratitud es saber, tomar conciencia y sentir aprecio. Para poder expresar gratitud, necesitamos tomar nota de lo que tenemos, esto nos ayudará a cosechar los beneficios de la gratitud. Así que pregúntate lo siguiente: ¿Puedes dar las gracias de la misma forma apasionada con la que le puedes decir a alguien que lo o la amas?

¿Cómo puedo desarrollar mi instinto de gratitud?

La forma más rápida para desarrollar nuestro instinto de gratitud es al poner atención a sus fuentes más cercanas, o sea, nuestras emociones y nuestras sensaciones. Tomar una respiración profunda y refrescante, oler el aroma de una fruta madura, mirar el atardecer, saborear el café, o sentir el ronroneo de tu gato…. Estos son sólo algunos ejemplos pequeños de las cosas que experimentamos todos los días y por las cuales podemos sentir gratitud. ¿Cómo podemos sentir gratitud por las cosas pequeñas si ni siquiera las notamos? No podemos. Solamente al vivir en el momento podemos empezar a notar estas pequeñas bendiciones y empezar a apreciarlas regularmente. Cuando empecemos a navegar nuestro día más conscientemente, dejando que nuestros sentidos y nuestras emociones tomen el mando, empezaremos a notar la alegría que sentimos al ponernos un suéter cómodo, al escuchar la risa de tu niño, al escoger la comida en el mercado, o hasta al reparar algo en tu casa. Todo esto y más pueden evocar nuestro instinto de gratitud, si estamos listos para permitirlo.

5 ejercicios para empezar a practicar la gratitud ahora mismo

Existen algunos ejercicios simples que puedes empezar a hacer hoy para ayudarte a despertar esos músculos de la gratitud. Recuerda que como cualquier cosa que te gustaría aprender, requieren compromiso y consistencia. Aquí están:

  1. Consigue un cuaderno que será dedicado específicamente para las personas y las cosas por las cuales sientes gratitud. Cada página puede cubrir un periodo de 3 a 5 años, dependiendo de cuán grande sea el cuaderno que escogiste. Cada noche o cada mañana, escribe 3 cosas, personas o situaciones por las cuales sientes gratitud. Con el tiempo se pondrá más fácil y habrán días cuando regresarás a las mismas páginas y te acordarás de todas las cosas placenteras que han ocurrido durante ese periodo de tiempo.
  2. Crea una jarra de gratitud. No importa qué forma tenga, simplemente asegúrate que sea grande para que pueda durar por bastante tiempo. En una hoja pequeña de papel, cada día escribe una cosa por la cual te sientes agradecido y ponlo en la jarra. Cuando sea que estés teniendo un día difícil, escoge una hoja al azar y léela para acordarte de la belleza de la vida.
  3. Empieza tu día dando las gracias. Por sólo un poco más de tiempo quédate en la cama y piensa sobre cualquier cosa por la cual te sientes agradecido. Tal vez es tu novio o novia a tu lado, tal vez es el hecho de que dormiste bien y te sientes fresco, o tal vez hasta podría ser que sientes gratitud porque te despertaste…
  4. Fija una alarma de gratitud. Aprovecha de las oportunidades que la tecnología te da y fija una alarma para activamente acordarte de dar gracias en puntos específicos durante el día. De esta forma, durante el día podrás tomar más conciencia y sentir la fuerza de tu existencia y expresar gratitud por ello; podrás vivir tu vida más plenamente. Si tienes un horario lleno, puedes fijar una alarma en tiempos diferentes durante el día para acomodar tus necesidades, siempre y cuando te tomes el tiempo para notar la belleza a tu alrededor.
  5. Escoge un objeto que te recuerde de sentir gratitud. Esto podría ser algo como un collar o un pequeño objeto que puedas poner en el bolsillo. Podría ser algo de un color o un patrón que te gusta. Lo que sea que escojas, asegúrate que sea algo que disfrutas mirar, preferiblemente algo que has obtenido recientemente. Déjalo que se convierta en algo con propósito, algo que te pueda recordar de dar las gracias cada vez que lo miras.

Entre más lo hagas, más se quedará: Así que hazlo

La gratitud puede convertirse en una práctica que toma muchas formas dependiendo de la profundidad de tu imaginación. Lo único que necesitas hacer es continuar haciéndolo. Al inicio cuando empieces a practicar la gratitud, tu mente querrá ponerse perezosa y decir cosas como “ya lo he hecho por suficiente tiempo, ahora puedo parar.” Aquí es donde la perseverancia entra. Cuando empieces a ver los resultados en tu estado general de ánimo y tus hábitos, permite que esa transformación te motive a continuar. Pongámonos un desafío para que podamos dejar que la gratitud se convierta en una parte natural y permanente de nuestras vidas. Estaremos seguros de ganar mucho de esta promesa que nos hagamos.

En la sección de los comentarios compártenos cualquier estrategia o técnica que utilices para practicar la gratitud.

2 Comments

  • Hola muchas gracias por todas tus lecturas,, empezaré dando gracias a Dios porque existen personas como tú queriendo el bien para todos los demás ,, gracias infinitas por compartir tu conocimiento , deseo y ansío demasiado ingresar al mundo de la meditación ,, mil y mil gracias!!!

  • Woah Vicky, muchas gracias por tus palabras. Estamos muy agradecidos de poder compartir estos artículos con personas como tú. Gracias por compartir sus pensamientos. Estamos agradecidos de que usted sea parte de la familia Meditopia.

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