Como muchos de nosotros sabemos, con frecuencia la vida puede mirarse y sentirse como si fuera una montaña rusa. Cuando por cualquier razón nuestra vida se pone al revés, es posible que nos sintamos confundidos y perdidos. En el artículo de hoy echaremos un vistazo a la actitud adecuada para sobrellevar períodos de caos y también hablaremos sobre cómo desarrollar la capacidad para enfrentar cambios en el transcurso de nuestras vidas. ¿Qué pasos podemos dar cuando nos enfrentamos a grandes cambios? ¿Cómo nos adaptamos a situaciones nuevas sin sufrir innecesariamente?
Cuando nos enfrentamos a un gran cambio en nuestras vidas, sin importar su naturaleza, puede ser difícil de aceptar. Nuestros puntos de referencia se ponen al revés, nuestros hábitos son arrasados y a veces podemos experimentar un sentimiento de desesperación. Ya sea que tomamos la iniciativa para hacer este cambio o que fue algo forzado, puede ser un desafío sentirse en paz de nuevo. Lo primero a hacer cuando nuestras vidas se pongan al revés es mirar los hechos:
Nos sentimos afectados porque actualmente estamos experimentando algo grande y nuevo en nuestras vidas. Aunque parezca obvio, es importante reconocerlo. A menudo es difícil darse cuenta de la importancia de lo que estamos sobrellevando porque estamos atrapados en el remolino que este cambio está causando en nuestras vidas.
Si estás leyendo esto y estás pasando por un cambio importante, date un momento (idealmente en un lugar tranquilo donde puedas tener privacidad) para decirte, “Mi vida está al revés. Me siento…” Completa esta oración con la primera palabra que venga desde la parte más profunda de tu corazón. No tengas miedo de las emociones fuertes que puedan surgir. Ríe, llora, grita, sonríe…Permítete experimentar estos sentimientos plenamente. Solamente cuando estamos totalmente conscientes de nuestras emociones es que podemos seguir adelante con un nuevo sentido de equilibrio. Antes de poder sentirnos en paz, debemos aceptar que estamos pasando por un proceso y un periodo de caos interior.
Presión social, la manera en que los demás nos miran, la necesidad de parecer fuerte… Todas estas cosas nos apresuran a decir que estamos bien y que tenemos control de la situación, aun si nos sentimos perdidos. Me gustaría recordarte que está bien no sentirse fuerte, está bien sentirse totalmente perdido o agitado. No es algo malo, y de hecho, a menudo, saber y reconocer estas emociones fuertes es bastante saludable.
Somos humanos. Todos experimentamos estas emociones sin excepción. ¿Y sabes qué? Expresar tus sentimientos también es algo beneficioso para los demás porque los invitas a hacer lo mismo. Permítete sentir tus emociones plenamente y de esta forma podrás sobrevivir la tormenta. Si permites que estas emociones se muevan a través de ti, seguirán fluyendo, haciéndote fuerte y permitiéndote estar en sintonía contigo.
Podremos enfrentar el desafío de un cambio una vez que hayamos tomado conciencia de nuestros sentimientos y que hayamos aceptado que nos sentimos fuera de equilibrio a causa de una nueva realidad. La pregunta es ¿cómo lo hacemos?
Los ejercicios de visualización pueden ayudar a aquellos que estén pasando por una situación difícil. Son herramientas que nos ayudan a vernos como si ya hubiéramos sobrevivido la tormenta.
Para hacer esto puedes tomar un bolígrafo y una hoja de papel y escribir como piensas que se miraría la solución. Por ejemplo, “Una vez que me sienta en paz con este cambio, me sentiré, podré hacer…” Al considerar que un día estaremos en paz con lo que está cambiando podremos eficazmente animarnos durante el proceso.
También es importante concentrarse en el hecho que cualquier cambio es una oportunidad para crecer. Claro que algunos cambios son más difíciles de aceptar que otros, especialmente si son repentinos y no los comprendemos completamente. Sin embargo, en cada caso una verdad segura permanece: el final de algo es el inicio de algo más. De esta manera podemos aprender a ver la posibilidad de lo positivo en cada evento.
Los budistas dicen que una de las mayores causas de sufrimiento es nuestra reticencia a aceptar el cambio. La naturaleza de la vida es seguir evolucionando y la impermanencia es probablemente la forma más exacta para describirlo. Como probablemente ya lo sepas, la vida es simplemente una sucesión de momentos que se sienten equilibrados y a veces fuera de equilibrio. Si no aprendemos a vivir con esta realidad podemos crear mucho de nuestro propio sufrimiento. Cuando la vida se sale de equilibrio puede ser fácil sentirnos inquietos en nuestra vida diaria y tener dificultad encontrando estabilidad.
Afortunadamente cada uno de nosotros tiene la habilidad de adaptarse al cambio. Los juncos sirven como la metáfora perfecta para adaptarse al cambio. Los juncos tienen la capacidad única de doblarse bajo el viento más fuerte sin quebrarse. Son sólidos pero flexibles, lo que precisamente les da su fuerza. Como seres humanos que somos necesitamos adquirir una flexibilidad similar si queremos sobrevivir los cambios constantes y a veces dramáticos que surgen en nuestras vidas.
Una de las maneras más eficaces para aprender a adaptarse al cambio es practicar la meditación. Gracias a la meditación aprendemos que nuestra verdadera naturaleza permanece intacta a pesar de los cambios que enfrentemos. Nos revela la inmensidad de nuestra fuerza y nos muestra que podemos librarnos de los pensamientos limitantes que nos dicen que no somos capaces de sobrevivir ciertas situaciones. Nos enseña a saludablemente desapegarnos de cualquier cosa que esté sujeta a cambiar y a la vez permanecer conscientes y sensibles. Meditar no significa que no reaccionaremos a lo que nos esté sucediendo. Al contrario, nos enseña a respetar y darle importancia a nuestras emociones a la misma vez que comprendemos su naturaleza cambiante. Por ende, con paciencia y benevolencia, podemos rescatarnos de la avalancha de nuestras emociones y aprender maneras de ser que nos permitan salir más fuertes de nuestras experiencias.
Ya que ciertos aspectos de la vida a veces son difíciles de superar, siempre es importante recordar que tenemos herramientas potentes que nos ayudarán a prosperar y a aprender de nuestras experiencias. En cualquier caso, durante estos eventos es muy importante cuidar de nosotros mismos, tal vez hasta mejor de lo usual. En efecto, necesitamos de toda nuestra energía disponible para adaptarnos a nuestra nueva realidad.
Así que dinos… ¿Cómo superas los cambios cuando suceden repentinamente en tu vida? ¿Tienes algún consejo que te gustaría compartir con todos nosotros para poder enfrentarnos mejor al cambio? ¡Nos encantaría leer lo que tienes que decir abajo en la sección de comentarios!
Traducido por: Ruth Obando