La vida siempre se mueve apresuradamente. En este apuro, ya hemos perdido la habilidad de controlar nuestros pensamientos pero puede ser recuperado. ¿Te acuerdas de alguna vez cuando pudiste controlar totalmente tus pensamientos aún si sólo fue por un periodo corto? ¿Puedes dirigir tu concentración hacia donde sea que quieras por un cierto tiempo? Éstas son preguntas que nos llaman la atención cuando empezamos las prácticas de consciencia plena.
Lo que es extraño es que no saber controlar los pensamientos es experimentado por todos a nuestro alrededor y por eso se considera normal.
Los pensamientos están constantemente partiéndose y reproduciéndose entre “las cosas que pasaron” y “las cosas a hacerse”. Nuestros pensamientos los cuales viven en el pasado y en el futuro nos alejan de la realidad y la alegría del momento presente. La mente es muy hábil en aceptar los pensamientos negativos como si fueran la realidad; la mente prefiere concentrarse en lo que hace falta en vez de lo que se tiene. Como resultado de todo esto vivimos en varios sueños durante la cena, en la cama o en el trabajo. Cuando la mente busca lo positivo, tendemos a mirar las soluciones de los problemas pasados o en momentos felices del futuro. Todo esto nos crea ansiedad, miedo, estrés e insomnio.
En este círculo vicioso, “el momento presente” es sólo un paso para alcanzar el futuro y así, la felicidad viene siempre un paso después.
Sin embargo, en realidad la vida pasa en este preciso momento. La única realidad es este momento. No hay otro tiempo que importe más que el “ahora”. Al apartar tiempo para nosotros mismos, para meditar y hacer ejercicios de consciencia plena, al observar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestras acciones, tomamos consciencia de nosotros mismos y nuestro alrededor. Aunque poner este proceso en lugar pueda ser un poco difícil, es a través de este proceso que nos convertimos en individuos que notan la belleza del momento presente y que viven el futuro al planear correctamente en vez de divagar en sueños.
Cuando estás en el momento presente es como si el futuro se detiene. Cuando empiezas a disfrutar del momento, los arrepentimientos del pasado te dejan en paz, dejas de soñar sobre una felicidad en el futuro. La felicidad no está en el futuro, está aquí y ahora.
Los seres humanos progresamos al pensar. Vemos el pasado, aprendemos sus lecciones y planeamos el futuro de acuerdo a ello. Si no soñamos no podemos llegar al punto que deseamos; soñar es el punto de partida de muchas cosas, pero cuando empezamos a buscar la felicidad en los sueños, nos perdemos de la vida, la cual sigue fluyendo. Cuando esperamos que los momentos futuros nos lleven hacia la felicidad entonces nos estamos creando agonía. Un individuo que no nota la vida, que realmente no comprende lo que necesita cambiar o cuáles son las cosas que le dan placer, se mueve entre el arrepentimiento y los sueños futuros.
Aparta tiempo para ti misma con la meditación. Nota tus sentimientos y tus pensamientos. Pregúntate, ¿Estoy feliz con lo que actualmente estoy haciendo? ¿En qué puntos de mi día experimento felicidad verdadera y en qué puntos puedo crear algo de felicidad? ¿Estoy viviendo esta vida como si fuera una carga? Si hay cargas en mi vida, ¿Cómo las puedo cambiar?
El primer paso es notar tus pensamientos. Cuando te pierdas en los pensamientos y los sueños, simplemente toma una respiración profunda. Por un minuto enfócate solamente en la respiración y regresa al momento presente. Nota que el sueño en el que estás ahora es sólo una nube de pensamientos. Trata de ver que la vida real fluye a través del momento presente.
Cuando estés comiendo, nota el sabor de la comida. Cuando estés escuchando a alguien, dale toda tu atención. Cuando estés caminando en el césped verde, nota la belleza del momento. Cuando pases tiempo con tu familia o tus amigos, saborea el momento. Cuando estés contigo misma, nota la alegría de estar sola.
No esperes que la felicidad venga cuando tengas esa promoción, cuando hagas más dinero, cuando te mudes a una casa mejor o cuando hayas encontrado al amor de tu vida. La felicidad no está siempre a la vuelta de la esquina, déjala que permanezca en el centro de tu vida actual.
No tenemos paz ni equilibrio porque nos quitaron el presente; nos han enseñado que el presente solo sirve para dos cosas: para recordar los errores del pasado y vivir con el remordimiento de las consecuencias de ese pasado y por otro lado el presente solo sirve para construir el futuro; estas dos condiciones solo dan como resultado tensión y tristeza, vivimos en una sociedad que corre y se angustia por un mañana lleno de desafíos y retos que no lograremos sortear; y hemos olvidado un pasado gloriosos donde nacimos, crecimos y aprendimos todo lo que somos hoy, solo existe el presente declaraba un Astrofísico muy reconocido; mientras trataba de explicar el espacio-tiempo; el presente es el puente entre esos dos estados del tiempo por decirlo de alguna manera, solo podemos estar parados en ese puente; el pasado solo es un recuerdo de algo que no volverá ni se repetirá; y el futuro un sueño que lo sostiene la esperanza de las cosas que esperamos que sucedan, no necesariamente por lo que estamos haciendo hoy. Solo podemos vivir en el presente el pasado y el futuro son condiciones del tiempo y de la vida que nos a tocado vivir pero que trágicamente no podemos cambiar, solo somos dueños en parte de lo que sucede hoy y el vivirlo nuestra gran oportunidad y desafió. El eterno presente, la mayor libertad que podremos experimentar, el poder de olvidar lo que no existe ya y moldear lo que vendrá, un regalo que podemos abrir cada día que no toca vivir.