La conciencia plena y la positividad corporal

La positividad corporal es un concepto que está en aumento y, aún así, de vez en cuando todavía sentimos pena por nuestros cuerpos. ¿Qué hacemos en estos momentos en los que criticamos y nos sentimos infelices con nuestra apariencia?
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Vivimos en una sociedad que a veces nos da lecciones e impone estándares duros. Una de esas lecciones es: “La delgadez es sinónimo de belleza.” De acuerdo a la sociedad, todos y todas debemos vernos como muñecos. El problema es que la mayoría de nosotros no nos miramos así. De hecho, es físicamente imposible tener el cuerpo de un muñeco o una muñeca. Por esta razón es que los estándares de belleza necesitan cambiar en nuestra sociedad, pero el cambio comienza con el individuo. Si queremos que los estándares de belleza cambien, primero necesitamos cambiar nuestra perspectiva sobre la belleza y aceptar una verdad innegable: todos somos bellos. Somos bellos porque somos únicos. Somos bellos porque nunca habrá nadie como nosotros, jamás, ni físicamente ni de otra manera. En otras palabras, necesitamos aceptarnos y amarnos tal como somos. Hay dos palabras populares que pueden ayudarnos con este viaje: “positividad corporal” y “conciencia plena.”

¿Qué es la positividad corporal?

La positividad corporal ha estado por todos lados últimamente: artículos de periódico, publicaciones de Instagram, tuits, películas de Hollywood, programas de debate…pero, ¿qué es exactamente la positividad corporal? Primero, es aceptar tu cuerpo tal como es, con todas sus imperfecciones, y a pesar de ello, sentir alegría genuina por tenerlo. Solamente tienes un cuerpo, nunca tendrás otro. Sí, tal vez no sea un “cuerpo perfecto.” Sí, tal vez tendrás días en los que no te sentirás bien, pero eso no cambia el hecho de que tu cuerpo es bello y es un milagro, sin importar la forma o la medida. La belleza es subjetiva y temporal. La definición de belleza ha cambiado drásticamente con los años y continúa cambiando. Nuestra creencia personal es lo que importa y aceptar nuestro cuerpo es el camino hacia la positividad corporal.

Segundo, la positividad corporal significa aceptar y ver a las personas de todo tamaño como bellas, y desaprender la idea de que sólo algunos cuerpos son dignos de elogio y aceptación. Es reconocer que la belleza no está contenida en un tipo específico de cuerpo y aceptar esa verdad no solamente para nosotros sino también para todos a nuestro alrededor.

La positividad corporal y el amor propio

La positividad corporal es una perspectiva de la vida alineada con la psicología positiva. Los conceptos de aceptación y amor propio se encuentran en el centro de la idea. A causa de esto el concepto puede ser difícil de entender para aquellos de nosotros que tal vez a veces tenemos problemas con la aceptación y compasión hacia uno mismo.

Entonces, si queremos estar a favor de la positividad corporal, primero tenemos que aprender a amarnos y aceptarnos así como somos. Aunque es más fácil de decirlo que hacerlo, ¿verdad? Después de todo, si decir “soy bella o bello” o “me amo y me acepto” fuera suficiente, entonces no tendríamos ningún problema en cuanto a la belleza—ni personal, ni social, ni de otra forma. Pero aquí tenemos que hablar de algo, la aceptación y la compasión hacia uno mismo no son características elusivas. De hecho, son formas de mirarnos y al mundo que podemos aprender a través de meditaciones de compasión y aceptación.

Empecemos con la compasión hacia uno mismo. Dijimos que la positividad corporal se trata sobre amar tu cuerpo aún con todas sus imperfecciones. Toma una respiración y concéntrate en tu cuerpo. Trata de sentir la firmeza en el piso debajo de los pies. Tienes dos piernas y dos pies maravillosos, puedes caminar cuando y donde quieras. ¿Y qué si son demasiado delgadas o gruesas? Esas piernas están listas y dispuestas a llevarte tan lejos como quieras ir. Te dan el milagro del movimiento, te dan la habilidad de conquistar el mundo.

Ahora concéntrate en las manos. Puedes hacer cualquier cosa que quieras con estas manos. Puedes escribir, pintar, aplaudir, tamborilear. Con estas manos y estos dedos puedes sentir todo tipo de sensaciones y texturas maravillosas. Continúa enfocándote en tu cuerpo y en sus sentidos: ¿de qué te sientes agradecido en tu cuerpo? ¿Hacia qué sientes gratitud? ¿Qué te gusta de tu cuerpo? Trata de nombrar por lo menos una cosa. Medita sobre ello y después escríbelo. Explorar tu cuerpo de esta manera es una forma de redescubrir su belleza, su originalidad y de cierta forma, la alegría de estar con vida. Esto es debido a que tu cuerpo es totalmente tuyo desde tu nacimiento. Te permite hacer cualquier cosa que quieras. Nunca habrá nadie que se mire como tú. Entonces, ¿por qué no sentir y expresar la alegría y la gratitud de tener este cuerpo? ¿Por qué no sentir la alegría de estar con vida? Y de cualquier forma — ¿por qué ponerle importancia a lo que los demás piensen de ti o de tu cuerpo? Eres bello o bella tal como eres. Estás con tu cuerpo hasta el final de tu vida y sólo tu perspectiva importa.

La aceptación: el club de la positividad corporal

Algo importante a recordar es que la positividad corporal no es un club exclusivo abierto sólo para algunos tipos de cuerpos. Acepta la belleza en todos los tipos de cuerpo: delgado, gordo, alto, bajo… No importa. Una buena manera para consolidar esta creencia es pensar más sobre la aceptación. No sólo la aceptación hacia uno mismo — aunque ciertamente es una parte del proceso— sino la aceptación de los demás también. Desaprender los conceptos de belleza que nos han invadido desde la niñez toma tiempo y esfuerzo consciente. Nos obliga a examinar de nuevo todos los mensajes que se nos han transmitido sobre la belleza, el cuerpo y la comida a lo largo de nuestras vidas.

Reflexionemos sobre esto por un momento: ¿cuáles son los mensajes que te han enseñado sobre la belleza hasta ahora? ¿Cuáles son los mensajes que se te han enseñado sobre la relación de los demás con la comida, con sus cuerpos y con ellos mismos? ¿Qué hay de tu relación con tu cuerpo? ¿Qué tan conectado o desconectado te sientes de el? Cuando te miras en el espejo, ¿puedes aceptar la bella persona que eres? ¿O será que miras tus imperfecciones primero? ¿Qué pasa cuando miras a otras personas? ¿Es su belleza lo que miras primero? ¿O tu primera reacción es de rechazar esa belleza? ¿Piensas ‘él o ella se miraría tan bello o bella si…’?

Tal vez sientas un poco de incomodidad al responder estas preguntas, pero el cambio, particularmente el que ocurre en el interior, generalmente no es cómodo. Así que, desafíate un poco más. ¿Por qué piensas que estas son las primeras reacciones que tienes cuando te miras en el espejo o a los demás? ¿Qué es lo que has internalizado en cuanto a la belleza que te causa estas reacciones? Notar estos patrones de pensamientos son el primer paso para derribarlos y cambiarlos. Al tomar más conciencia de estos patrones a través de las prácticas de conciencia plena y meditaciones de aceptación, puedes activamente trabajar en ellos. Con el tiempo puedes desaprender los mensajes que has internalizado y empezar a cambiar la perspectiva que tienes de ti y del mundo a tu alrededor. Lentamente empezarás a notar la belleza que te rodea y que yace dentro de ti.

Lo que la positividad corporal no es…

Tienes que recordar que la positividad corporal no es una excusa para no darnos el cuidado, el amor y la atención que merecemos enormemente en forma de hábitos saludables como el ejercicio, comer conscientemente y vestirnos de una manera que nos haga sentir bellos. En otras palabras, la positividad corporal proyecta la belleza que sentimos en nosotros teniendo al mundo como testigo.

La positividad corporal tampoco no significa ignorar cualquier problema de salud que tengamos. Sí, debemos amarnos y aceptarnos así como somos, pero esto involucra cuidarnos de la forma que merecemos. Si tuvieras un mal resfriado, no pasarías todo tu día ignorándolo —tal vez te tomarías un día de reposo, harías una sopa y te cuidarías. Entonces, si el cuerpo nos dice que hay algo que no está bien, necesitamos aprender a escucharlo. El cuerpo tiene una variedad de maneras para alertarnos cuando algo no está yendo bien. Si estamos constantemente mareados, tal vez el cuerpo nos está diciendo que no estamos comiendo lo suficiente y que nuestros niveles de azúcar están bajos. Si se nos corta la respiración cuando caminamos, tal vez el cuerpo nos está tratando de decir que necesitamos hacer más ejercicio o movernos más durante el día. Si sentimos que hay algo extraño de alguna forma, tal vez el cuerpo nos está diciendo que algo más serio está pasando y que necesitamos visitar al doctor. Independientemente de cuales sean las señales que el cuerpo nos está dando, es imprescindible ser conscientes de ellas. Por ende, necesitamos tomar una respiración profunda y escuchar lo que nos dice para que nos podamos dar el cuidado y el amor tierno que merecemos.

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