El estrés afecta muchas cosas en nuestro cuerpo, desde las hormonas hasta nuestro sistema inmunológico. Cuando hacemos una pausa y dedicamos tiempo para meditar, decidimos activamente pasar de una mente sobre estimulada y sobrecargada a un estado más tranquilo y silencioso. Durante este proceso, el cerebro se relaja y ayuda a que el cuerpo se relaje también. Así mismo, nuestro ritmo cardíaco desacelera y nuestra respiración se vuelve más lenta y más profunda.
Como madres ¿cuándo es que pedir ayuda se convirtió en algo vergonzoso?
¿Cuándo es que el viejo refrán “se necesita una aldea” se transformó en “lo averiguaré sola” o “puedo hacerlo todo”? En el artículo de hoy consideraremos como debemos aprender a pedir apoyo y ayuda para poder ser nuestra mejor versión.